ZONAS TEMPORALMENTE AUTÓNOMAS

UTOPÍAS PIRATAS
LOS PIRATAS Y CORSARIOS del siglo XVIII crearon una «red de información» que envolvía el globo: primitiva y dedicada primordialmente a los negocios prohibidos, la red funcionaba admirablemente. Repartidas por ella había islas, remotos escondites donde los barcos podían ser aprovisionados y cargados con los frutos del pillaje para satisfacer toda clase de lujos y necesidades. Algunas de estas islas mantenían «comunidades intencionales», completas minisociedades que vivían conscientemente fuera de la ley y mostraban determinación a mantenerse así, aunque fuera sólo por una corta -pero alegre- existencia. Hace algunos años investigué un montón de material secundario sobre piratería, intentando encontrar algún estudio sobre estos enclaves, pero parece que todavía ningún historiador los había encontrado merecedores de análisis serio. (William Burroughs había mencionado el tema, como lo hizo el anarquista inglés Larry Law -pero no se había hecho ningún estudio sistemático). Me remití a la fuentes directas, y construí mi propia teoría, algunos de cuyos aspectos analizaré aquí. Decidí llamar a aquellos asentamientos «utopías piratas». Recientemente Bruce Sterling, uno de los máximos exponentes de la ciencia-ficción cyberpunk, publicó el relato de un futuro cercano partiendo de asumir que la decadencia de los sistemas políticos desembocaría en una proliferación descentralizada de experimentos sobre formas de vida: gigantescas corporaciones de propiedad obrera, enclaves independientes dedicados a la piratería de datos, enclaves verde-socialdemócratas, enclaves de trabajo cero, zonas anarquistas liberadas, etc. La economía de la información que sostenía esa diversidad era llamada «la red»; sus enclaves -y el título mismo del relato- era «Islas en la Red».
 Los Asesinos medievales fundaron un «Estado» que consistía en una red de remotos valles montañosos y castillos, separados por miles de kilómetros, estratégicamente invulnerables a la invasión y conectados por un permanente flujo informativo de agentes secretos, en guerra con todos los gobiernos y dedicado exclusivamente al conocimiento. La tecnología moderna, culminando con el satélite espía, convierte esa especie de autonomía en un sueño romántico. ¡No más islas piratas!. En el futuro, la propia tecnología -liberada de todo control político- hará posible un mundo entero de T.A.Z.



Grupos e individuos de la secta Ismailita cuya tarea era la devastación del Islam Sunni. El instigador de la tesis fue Hasani Sabbah de Qumm. Su política era fomentar la oposición a la supuesta política corrupta Islámica desde castillos y fortalezas situadas en lugares montañosos de difícil acceso donde se preservaba la verdadera doctrina y de los que salían misioneros para luchar contra el Islam, y asesinos que mataban a los líderes Islámicos. Desde su centro en las montañas, Alamut, salían los asesinos, y los que eran matados en su misión engrosaban una lista de nombres honrosa que era recitada por los fieles Ismailitas. zonas autónomas. Pero por ahora el concepto es todavía justamente ciencia ficción, especulación pura. ¿Es que estamos condenados, los que vivimos el presente, a nunca experimentar la autonomía, a nunca habitar ni por un momento una tierra regulada sólo por la libertad? ¿No nos queda otra opción que la nostalgia del pasado o la nostalgia del futuro? ¿Tendremos que esperar a que la totalidad del mundo sea liberado del control político antes de que uno sólo de nosotros pueda afirmar conocer la libertad?
 La lógica y la emoción se alían para condenar tal posibilidad. La razón establece que uno no puede luchar por aquello que no conoce, y nuestro corazón se rebela frente a un universo tan cruel como para imponer tal injusticia a nuestra generación, sola ante la humanidad. Decir algo así como «no seré libre hasta que todos los humanos -o todas las criaturas sensibles- lo sean» es, simplemente, condenarnos a una especie de estupor-nirvana, abdicar de nuestra humanidad, definirnos como perdedores.  Creo que extrapolando de historias del pasado y el futuro sobre «islas en la red» podríamos acumular suficientes evidencias como para afirmar que una especie de «enclave libre» no sólo es en nuestro tiempo posible, sino que de hecho ya existente. Toda mi investigación ha cristalizado en el concepto de «ZONA TEMPORALMENTE AUTÓNOMA» (que a partir de aquí abreviaré TAZ . Pese a su carácter sintético forzado por mi propio pensamiento, no pretendo que la TAZ sea tomada como un ensayo -en el sentido también de «intento»-, una propuesta o una fantasía poética. Pese al entusiasmo oratorio de mi lenguaje, no pretendo elaborar ningún dogma político. De hecho, renuncio a definir la TAZ: planeo alrededor del concepto, proyectando reflejos exploratorios. Al final, la TAZ casi se autodefine. En el contexto del mundo contemporáneo, podría ser entendida sin dificultad ... entendida en la acción.

(...)Los sectarios fueron capaces de prosperar más bajo las administraciones disolutas y corruptas del Caribe, donde los intereses enfrentados de los Europeos habían dejado muchas islas desiertas, o incluso por reclamar. Barbados y Jamaica en particular deben haber sido colonizadas por muchos extremistas, y creo que las influencias Niveladoras y Ranter contribuyeron a la «utopía» Bucanera de Tortuga. Por primera vez aquí, gracias a Exquemelin, podemos estudiar una próspera proto-TAZ del Nuevo Mundo en cierta profundidad. Huyendo de los siniestros «beneficios» del Imperialismo tales como la esclavitud, el servilismo, el racismo y la intolerancia, de las torturas de la expropiación y la muerte en vida de las plantaciones, los Bucaneros adoptaron formas Indias, se emparejaron con los Caribeños, aceptaron a negros e Hispanos como iguales, rechazaron toda nacionalidad, eligieron a sus capitanes democráticamente, y volvieron al "estado de Naturaleza". Declarándose a sí mismos «en guerra con todo el mundo», largaron velas para saquear bajo contratos mutuos denominados «Artículos», tan igualitarios que cada miembro recibía una participación completa del botín y el Capitán normalmente sólo 1¼ o 1½. Los azotes y castigos estaban prohibidos; las peleas se resolvían por votación o por la ley de duelo. Es simplemente un error calificar a los piratas de meros salteadores marítimos o incluso de proto-capitalistas, como ciertos historiadores han hecho. En un sentido eran «bandidos sociales», a pesar de que sus comunidades de base no eran sociedades agrícolas tradicionales sino «utopías» creadas casi ex nihilo en terra incognita, enclaves de libertad total que ocupaban espacios vacíos en el mapa. Después de la caída de Tortuga, el ideal bucanero permaneció vivo a lo largo de la «edad de oro» de la piratería (hacia 1660-1720), y resultó en asentamientos terrestres en Belize, por ejemplo, fundada por Bucaneros. Más tarde, mientras la escena derivaba hacia Madagascar -una isla aún no reclamada por ninguna potencia imperial y gobernada sólo por un rompecabezas de reyes (jefes) nativos deseosos de aliados piratas- la Utopía Pirata alcanzó su expresión más alla. 
El recuento que hace Defoe del capitán Mission y la fundación de Libertalia puede ser, como defienden algunos historiadores, una mistificaciòn literaria creada como propaganda de la teoría radical whig; pero estaba contenido en The General History of the Pyrates (1724-28), la mayoría de la cual aún se acepta como fidedigna y rigurosa. Además la historia del Capitán Mission no fue criticada cuando el libro apareció y muchas viejas tripulaciones malgaches aún sobrevivían. Ellos parecen haberlo creído, sin duda porque habían conocido enclaves piratas muy parecidos a Libertalia. Una vez más, esclavos rescatados, nativos e incluso enemigos tradicionales como los Portugueses fueron todos invitados a unirse como iguales. (Liberar barcos de esclavos era una ocupación principal). La tierra se poseía en común, con representantes elegidos por temporadas cortas, el botín era compartido; las doctrinas de la libertad se predicaban de manera mucho más radical de lo que dictaba el Sentido Común. Libertaria esperaba perdurar, y Mission murió en su defensa. Pero la mayoría de utopías piratas pretendían ser temporales; de hecho las verdaderas «repúblicas» de los corsarios eran sus barcos, que navegaban bajo los Artículos. Normalmente los enclaves en la orilla no tenían ley en absoluto.
El último ejemplo clásico, Nassau en las Bahamas, un asentamiento de tiendas y cobertizos en el frente de playa entregado al vino, a las mujeres (y probablemente también a los muchachos, a juzgar por el libro Sodomy and Piracy de Birge), a las canciones (los piratas eran unos devotos a ultranza de la música y solían contratar bandas por singladuras enteras), y al exceso incontinente, se desvaneció de la noche a la mañana cuando la flota Británica apareció en la Bahía. Barbanegra y "Calicó Jack" Rackham y su tripulación de mujeres piratas se trasladaron a orillas más salvajes y destinos menos placenteros, mientras otros aceptaron humildemente el Perdón y se reformaron. Pero la tradición Bucanera perduró, en Madagascar donde los hijos de sangre mixta de los piratas empezaron a forjar reinos propios, y en el Caribe, donde esclavos fugados al igual que grupos mixtos negro/blanco/rojo fueron capaces de prosperar en las montañas tierra adentro como «Maroons». La comunidad Maroon de Jamaica aún retenía un grado de autonomía y muchas de sus viejas costumbres cuando Zora Neale Hurston visitó aquello en los años veinte (ver Tell My Horse). Los Maroons de Suriname todavía practican el «paganismo» Africano.(...)


ZONA TEMPORALMENTE AUTÓNOMA
Hakim Bey
Traducción y notas de Guadalupe Sordo. Revisado por Alguien.
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"Esta vez, sin embargo, vendré como el victorioso Dionisio, convirtiendo el mundo en una fiesta... no me sobra el tiempo ..." --Nietzsche (de su última carta, ya «loco», a Cósima Wagner.)

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